Posteriormente nos dirigimos hacia el pueblo de Litohoro, donde nos reunimos con el alcalde y, posteriormente, visitamos el museo naval del pueblo.
Litohoro es un pueblecito situado en las laderas del monte Olimpo. Es destino popular de escaladores del Olimpo, al estar cerca del origen de muchas de las rutas de escalada al monte sagrado. A 5 km está el mar, por lo que se respira una mezcla del frescor del aire de la montaña y de la brisa marina. Los visitantes pueden pasear entre las casas tradicionales, de arquitectura macedonia. Nosotros nos detenemos unos minutos en la iglesia de Agios Nikolaos, situada en el centro de la ciudad, y que merece la pena pararse a ver. Dejo las fotos que realizamos de su interior.
Una vez finalizada nuestra visita nos vamos a comer a Panteleimonas, pasando por el camino, tanto de ida, como de vuelta, junto al castillo veneciano de Platamon.
Palaios Panteleimonas, a decir verdad, ha sido de todos los pueblos que visitamos, mi favorito...
Antes de iniciar la subida a esa hermosa villa tradicional, hacemos una breve parada en el pequeño puerto junto a la playa de Neos Panteleimonas. Eso sí, será pequeño, pero los yates de pequeños nada...
Antes de iniciar la subida a esa hermosa villa tradicional, hacemos una breve parada en el pequeño puerto junto a la playa de Neos Panteleimonas. Eso sí, será pequeño, pero los yates de pequeños nada...
Posteriormente subimos por el monte cruzando Neos Panteleimon, con edificaciones modernas, hasta llegar 6 km después a Paleos Panteleimonas.
Paleos Panteleimonas fue un pueblo del siglo XIV. Actualmente se ha restaurado respetando la arquitectura tradicional. Está en las laderas de Kato Olympus, a una altura de 700 m, y tiene unas vistas impresionantes del golfo Termaiko, la costa del sur de Pieria y del Castillo de Platamonas. La vieja iglesia de Agios Panteleimonas está en la plaza central del pueblo, junto con el antiguo colegio y numerosas tabernas tradicionales. Es un área ideal para practicar el senderismo o tirarse en parapente, entre otros deportes de montaña.
Consta de numerosos hostales, y uno puede degustar la deliciosa comida local en sus tabernas, tal y como ha hecho ésta que escribe este blog.
Por lo que me cuentan, es un ejemplo claro del boom de los precios inmobiliarios, costando una miseria una casa en ruinas en la zona en 1985, hasta llegar incluso a los 400.000 euros 20 años después. Como anécdota, mencionar que Miltos, que conduce el minibus, es arquitecto y 2 de las casas del pueblo son obra suya.
Tras ponernos morados de comida y saborear vinos locales, nos vamos a través de los montes de Olimpo hacia Agios Dimitrios, para alojarnos en el recinto ecoturístico de Ktima Bellou.
A nuestra llegada a ese acogedor hotel, tras dejar las maletas, subimos al anochecer a Livadi a tomar un aperitivo. Nos cuentan que en ese pueblo habitan los Vlahio, que hablan un idioma no escrito de origen latino, similar al rumano o al italiano.
Volvemos a Ktima Bellou, del que voy a hablar un poco, a degustar una delicosa cena de productos locales, todos orgánicos. Este rústico hotel está situado a 900 m de altura, a 3 km del pueblo de Agios Dimitrios. Cuenta hasta con su propia granja y cultivos. Está construido de acuerdo al estilo arquitectónico de Macedonia, con materiales respetuosos con el medio ambiente, como piedra, terracota o madera.
El comedor está junto a un piano-bar, y tenemos la suerte de disfrutar en él de un concierto de músicos jóvenes tras la cena. Tras escuchar la maravillosa voz de la joven cantante de Katerini, y el piano tocado por la hija del dueño del hotel, la gente del grupo con el que vamos toma la guitarra y esto se convierte en un concierto flamenco improvisado, con una "cantaora" griega incluida.
Nos vamos a dormir tarde, pasándonos factura al día siguiente…
Para más información sobre este más que recommendable hotel rural, podéis echar un vistazo a su página web - www.ktimabellou.gr
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