DIA 2 - DION, OLIMPO Y KATERINI

A la mañana siguiente nos despertamos con una hermosa vista del monte Olimpo, tapado parcialmente el día anterior por las nubes. Tras un desayuno en el que no podían faltar el yogurt griego, ni el Kiwi marca Zeus o marca Protos (kiwis producidos en la región, y entre otros, el Protos por nuestro guía Stelios), nos dirigimos al recinto arqueológico de la antigua ciudad de Dion.

Dion era la antigua ciudad sagrada de los Macedonios, lugar de culto de Zeus y centro religioso oficial de los Macedonios desde el siglo V a.C.

El lugar es tan espectacular y está tan lleno de historia que he creado un post aparte para describirlo, y así no perder el hilo conductor de este relato.
Tras un largo paseo de la mano de la arqueóloga Maria Iatrou, nos sentamos a tomar un café con la increíble vista del Teatro Helénico, y aprovechamos tras el café para ir a ver el teatro de cerca.
Posteriormente, nos dirigimos al Museo Arqueológico de Dion, lugar donde nos maravillamos con los hallazgos de esculturas, mosaicos e incluso joyas de las excavaciones. Asímismo, he creado un post aparte para describirlo.
Os dejo la imagen de un mosaico actual, de la escuela de mosaicos situada junto al museo. En los post aparte están las fotos del recinto y del museo.
Tras una mañana muy cultural, tomamos de nuevo el autobús y nos dirigimos hacia el monte del Olimpo, o morada de los Dioses. La subida desde el nivel del mar se nota, se nos taponan los oídos. El monte tiene 2917 m de altitud hasta el pico más alto, de Mitikas. Se considera reserva de la biosfera, y es una reserva natural desde 1938. Esto, junto a su considerado carácter sagrado, ha evitado la explotación del monte.
Nosotros hacemos parada en el refugio más bajo, el de Stavros, donde nos ponemos morados de una ansiada comida. Lo único que no recomiendo son los baños… son de esos que están en el suelo, como si fueran un plato de ducha, y hay que hacer malabarismos para utilizarlos. Pero al menos haberlos, los hay.



Aprovechamos para observar la belleza del paisaje desde lo alto, con el pueblo de Litohoro en las laderas de la montaña, al que nos dirigiremos mañana, y el mar al fondo. Tras las fotos, retomamos el minibus de vuelta al hotel.
Ya en el hotel, tras arreglarnos y ducharnos, nos bajamos al Hall, donde nos invitan a una bebida que sabe a sangría (¿sería sangría?). Hay una rueda de prensa, con el alcalde y el dueño del hotel incluidos, y posteriormente nos vamos hacia Katerini, a cenar.
La primera parada es un aperitivo en la Cafetería Vento. Allí conocemos a una camarera con perfecto acento americano. Nos cuenta que es griega, pero que ha vivido la mayor parte de su vida en los EEUU.
Posteriormente cenamos (estupendamente, todo hay que decirlo), en la taberna Ajinos. Allí, como curiosidad, nos encontramos con un jugador de baloncesto también americano. Durante mi intento de aprender griego durante la cena tengo la mala fortuna de, por un juego de palabras, aprender un insulto frecuente en griego, que no voy a reproducir. Sí lo hago delante del Rector de la Universidad que cena con nosotros, sin querer, al preguntar por el significado de la palabra... Tengo un amigo por ahí que colecciona insultos extranjeros, así que algún día lo compartiré con él.
En fin, una vez terminada la cena, y con muchas ganas de dormir, comprobamos que los griegos tienen un carácter muy mediterráneo. No sólo las calles siguen a rebosar de gente que sale de noche, sino que nuestro propio guía queda con un jugador de fútbol español de un equipo local de 2ª División, para continuar la juerga. 

1 comentario:

  1. Magnifica excursion, Grecia es maravillosa y seguir las aventuras de otra persona me hacen querer volver

    ResponderEliminar